miércoles, 28 de enero de 2009

Albañilería

Desde hace unos días estoy ayudando a reformar una de las salas de catequesis de la parroquia de Fátima, mi pequeño grano de arena para agradecer la hospitalidad que me están dispensando. Lo hacemos entre Héctor y yo y las personas que voluntariamente van echando una mano, aprovechando algunos materiales que han sido donados.

Enyesar, lijar, aplicar enduido, fijador, pintura sintética o al agua, rodillo de algodón, esmalte para pizarrón... todo es nuevo para mí, pero estoy aprendiendo un montón de la gente y de la experiencia. Como dice Héctor, no sabemos nada pero le ponemos voluntad.

Alexander, nuestro electricista.

Héctor y la sala antes de comenzar la obra

Cumpleaños

Fui invitado a una cena de cumpleaños con una familia paraguaya. Éramos ventitantos pero Ramona se las apañó para cocinar pizzas, empanadas, sandwiches de miga y tortas de dulce de leche y sambayón como para doscientos.

Las gemelas Rosana y Rocío ya tienen 11 años. ¡Que los cumplan feliz, que los cumplan feliz...!

Reserva Ecológica Costanera Sur

La ciudad de Buenos Aires tiene a orillas del río La Plata su propia reserva natural, un inmenso espacio verde con bosques, lagunas y una rica flora y fauna. Sorprende el contraste entre la naturaleza y el cemento, uno al lado del otro.
Lamentablemente la sequía que está azotando al país hace que el lugar esté muy árido y que las lagunas se hayan secado. Una triste consecuencia más del cambio climático.

jueves, 22 de enero de 2009

Pancitas llenas, corazones contentos

Esta foto la tomé enfrente de La Bombonera, la cancha de Boca Juniors (hacer click en la foto para verla más grande).

Recoleta

Me he dado una vuelta por el cementerio de La Recoleta.

Entre otros ilustres personajes argentinos (que en su inmensa mayoría no conozco) reposan los restos de Eva Perón.

martes, 20 de enero de 2009

San Telmo y La Boca

Del primero me gustan sus tiendas de cacharros antiguos.

Del segundo, sus casitas de colores.

Y por supuesto, "D10S".

Luján

Luján es el santuario más importante de la Argentina.

Cada año, en Mayo y Octubre, alrededor de un millón de personas recorren a pie en peregrinación los 67 kilómetros que lo separan de Buenos Aires. Se sale de Capital Federal al mediodía y se llega a Luján al amanecer del día siguiente.

PD: para regresar a casa yo tardé casi tres horas utilizando micro (autocar), tren, subte (metro) y premetro. En los trenes argentinos la gente sube a lo bestia en cuanto se abren las puertas, sin respetar a los que bajan. Especialmente las señoras de 60 años y el doble de kilos.

domingo, 18 de enero de 2009

Microcentro

Algunas imágenes de mi paseo por el centro de Buenos Aires. Al ser domingo todo estaba tranquilo, sin apenas tráfico ni comercio.

La Plaza de Mayo

La Casa Rosada

Como debe ser

El Obelisco y la Avenida 9 de Julio, con 140 metros es la segunda calle más ancha del mundo (se tarda un buen rato en cruzarla)

La Calle Florida: compras, compras, compras

Imagen del Obelisco sin apenas tráfico

Galerías Pacífico, el centro comercial más grande de Sudamérica (entré, tomé la foto y salí por piernas)

Puerto Madero

Acampados desde hace un año como protesta

Rodaje de un spot para Telekom en Avenida de Mayo (es posible que salga como figurante)

sábado, 17 de enero de 2009

Cancheros

Los porteños son cancheros (traducido aproximadamente como fanfarrones). Te hablan y hablan durante horas y nunca sabrás si lo que cuentan es verdad o no. En el fondo da igual. Sólo se trata de pasar un buen rato alrededor de una Quilmes, y éste lo fue.

Asado

He sido invitado a un auténtico asado argentino, una tradición habitual incluso en los barrios más pobres. Ya lo había probado en Barcelona pero la diferencia en esta ocasión fue la calidad de la carne. Prepararlo es todo un arte y éste quedó de veinte mil puntos.


El asado en cuestión se compuso de salchichas, chorizos parrilleros, morcilla, asado de tira, lomo, vacío, pollo y mollejas, acompañado de chimichurri (salsa criolla), ensaladas, vino Malbec y gaseosas. Como postres, higos, duraznos (melocotones) y helado. Un asado también puede incluir otros cortes y piezas como bife de chorizo, chinchulines (intestinos), entraña, matambre, corazón, ubre...

Según me cuentan, el asador (la persona que lo prepara) no puede ir en pantalón corto. Se trata de una cuestión de respeto. Y eso que estábamos a 37 grados (y al lado de las brasas ni quiero imaginar).

Las venas abiertas de América Latina

Mi viaje de conocimiento cultural y personal a través de Sudamérica comienza en Buenos Aires donde he sido cálidamente acogido por el Padre Paco Blanco (en adelante Paco), misionero del Sagrado Corazón, orden a la que perteneció mi tío Avelino Mallada.

Los misioneros llevan adelante desde hace 50 años la escuela de Nuestra Señora de Fátima que proporciona educación y alimentación a 2400 alumnos, niños y adultos, con recursos limitados o nulos. Se ofrecen turnos que van desde las 7,30 de la mañana a las 10,30 de la noche en algunos casos, y la matrícula cuesta unos 20 pesos por mes (unos 4,5 euros). La escuela se encuentra en fase de remodelación aprovechando el parón vacacional.

Buenos Aires es una ciudad con dos caras bien diferenciadas: la de la opulencia y el confort de las zonas céntricas y la de la miseria de los barrios marginales e inseguros. A estos últimos pertenece Soldati, donde me encuentro.

Soldati me ha recibido con una bofetada de realidad. El barrio es hogar de chorros (delincuentes) y cirujas o cartoneros (personas que rebuscan entre las basuras, ingiriendo los alimentos que encuentran y comercializando cartón, vidrios y metales ). A primera vista son evidentes las pobres condiciones de vida y el gran número de mujeres embarazadas, demostrando en palabras de Paco "la fuerza de la vida abriéndose camino". Vehículos abandonados, basuras, carromatos, viviendas en grave deterioro y perros callejeros completan el paisaje. El diario La Nación informaba de la apertura por parte de Mauricio Macri, gobernador de Buenos Aires y ex-presidente de Boca Juniors, de dos playas artificiales para el disfrute popular con un coste de 2,5 millones de pesos (unos 550.000 euros). La medida contrasta con lo que yo estoy experimentando a solo unos kilómetros y bajo el mismo gobierno.

Llego, además, a la Argentina en un periodo de inestabilidad debido a la sequía que asola el país, con miles de reses muertas y cultivos echados a perder. Hace un año que no llueve en Buenos Aires.

Mis primeras visiones de Sudamérica me han golpeado con dureza, ofreciéndome un pequeño, ínfimo esbozo de lo que este continente guarda. No todo será así pero por el momento ya he visto las venas abiertas de América Latina.