sábado, 17 de enero de 2009

Asado

He sido invitado a un auténtico asado argentino, una tradición habitual incluso en los barrios más pobres. Ya lo había probado en Barcelona pero la diferencia en esta ocasión fue la calidad de la carne. Prepararlo es todo un arte y éste quedó de veinte mil puntos.


El asado en cuestión se compuso de salchichas, chorizos parrilleros, morcilla, asado de tira, lomo, vacío, pollo y mollejas, acompañado de chimichurri (salsa criolla), ensaladas, vino Malbec y gaseosas. Como postres, higos, duraznos (melocotones) y helado. Un asado también puede incluir otros cortes y piezas como bife de chorizo, chinchulines (intestinos), entraña, matambre, corazón, ubre...

Según me cuentan, el asador (la persona que lo prepara) no puede ir en pantalón corto. Se trata de una cuestión de respeto. Y eso que estábamos a 37 grados (y al lado de las brasas ni quiero imaginar).

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