El siguiente objetivo era conocer la Isla del Sol, lugar en el que Manco Kapac, el primer Inca, hizo su mistica aparicion.
En vez de agarrar el primer bote saturado de gringos camino de la isla, Victor y yo preferimos lanzarnos a la aventura y caminar hasta Yampupata, en un extremo de la peninsula. El paisaje era delicioso y hasta nos desviamos un poco para conocer Sampaya, un pueblecito cuyas casas estan hechas de piedra (aunque me decepciono que los techos fueran de uralita en algunos casos). En total 17 kilometros de trekking con alguna subida pronunciada, que cubrimos en unas 5 horas y sin desmayarnos.
Al llegar a Yampupata cruzamos a la parte sur de Isla del Sol en un barquito, Victor y yo y un frances que es mi idolo, al que conoci en Rio de Janeiro y volvi a encontrar en Sucre y de nuevo aqui.
La parte sur de Isla del Sol, aparte de ser todo cuesta arriba, es bastante turistica, con mucha pizzeria y restaurantes que no deberian estar ahi, y algun que otro lujoso yate cargado de gringos arrugados que tampoco deberian estar ahi, sino en Benidorm. Una vez instalados hicimos un ultimo esfuerzo y trepamos hasta un cerro para ver por tercera vez este atardecer de mis entrañas, antes de cenar unos panes con queso y una lata de algo parecido a sardinas y caer aniquilados en la cama.
Al dia siguiente recorrimos los 9km de camino sagrado Inca hasta la parte norte de la isla, donde visitamos sus ruinas, y bajamos 3 kilometrillos mas hasta el pueblo, Challapampa, plagado de vacas, cerdos, llamas, gallinas, perros, ovejas, burros e incluso personas. Alli encontramos a Joanes, un vasco buena onda que nos acompaño el resto de la jornada.
Fantastica la Isla del Sol, y fantasticos nosotros y nuestra condicion fisica, caminando unos 30 km en dos dias pa arriba y pa abajo con mochilas a 4000 metros de altitud. Quien lo iba a decir...
Copa quedo atrasEn vez de agarrar el primer bote saturado de gringos camino de la isla, Victor y yo preferimos lanzarnos a la aventura y caminar hasta Yampupata, en un extremo de la peninsula. El paisaje era delicioso y hasta nos desviamos un poco para conocer Sampaya, un pueblecito cuyas casas estan hechas de piedra (aunque me decepciono que los techos fueran de uralita en algunos casos). En total 17 kilometros de trekking con alguna subida pronunciada, que cubrimos en unas 5 horas y sin desmayarnos.
Al llegar a Yampupata cruzamos a la parte sur de Isla del Sol en un barquito, Victor y yo y un frances que es mi idolo, al que conoci en Rio de Janeiro y volvi a encontrar en Sucre y de nuevo aqui.
La parte sur de Isla del Sol, aparte de ser todo cuesta arriba, es bastante turistica, con mucha pizzeria y restaurantes que no deberian estar ahi, y algun que otro lujoso yate cargado de gringos arrugados que tampoco deberian estar ahi, sino en Benidorm. Una vez instalados hicimos un ultimo esfuerzo y trepamos hasta un cerro para ver por tercera vez este atardecer de mis entrañas, antes de cenar unos panes con queso y una lata de algo parecido a sardinas y caer aniquilados en la cama.
Al dia siguiente recorrimos los 9km de camino sagrado Inca hasta la parte norte de la isla, donde visitamos sus ruinas, y bajamos 3 kilometrillos mas hasta el pueblo, Challapampa, plagado de vacas, cerdos, llamas, gallinas, perros, ovejas, burros e incluso personas. Alli encontramos a Joanes, un vasco buena onda que nos acompaño el resto de la jornada.
Fantastica la Isla del Sol, y fantasticos nosotros y nuestra condicion fisica, caminando unos 30 km en dos dias pa arriba y pa abajo con mochilas a 4000 metros de altitud. Quien lo iba a decir...
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