martes, 12 de mayo de 2009

Llega al fin la montaña

Tras cuatro meses en Sudamérica de aquí para allá comienza al fin lo bueno, lo que de verdad más me gusta cuando viajo: los paisajes, las montañas, el contacto con la naturaleza y el vagabundismo.

Tras una parada de rigor en Salta, a donde volveré más adelante, llegué a San Salvador de Jujuy. Me recibió una ciudad llena de vida en un emplazamiento precioso en la ladera de los Andes. Jujuy, una de las regiones más pobres de Argentina y una de las más ricas paisajísticamente, debía ser el punto de partida de un recorrido que, si no hay problemas de por medio, me llevará hasta Ushuaia, 3000 kilómetros más hacia el sur.

En San Salvador ya empieza a notarse la proximidad con Bolivia, tanto en los rostros oscuros de la gente como en los paisajes. Sin duda una ciudad donde no me importaría quedarme un tiempo. Pero queda tanto camino por delante...

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