viernes, 24 de abril de 2009

Favelas

La regla número uno cuando se visita Rio es no tratar de adentrarse en las favelas. Cerca de mi albergue hay un punto de entrada a una de los muchos asentamientos que hay en la ciudad, y sobra decir que ni me he acercado por allí.

Sin embargo, durante la visita al barrio de Santa Teresa he podido observar desde lejos estos micromundos, no muy diferentes desde fuera de las villas que ya conocí en Buenos Aires. Mientras mis compañeros y yo tomábamos estas fotos un par de chicos bajaron en moto desde las favelas para decirnos que no fuéramos allí. No me quedó claro si fue un consejo o una forma de prohibirnos la entrada en su territorio.

Si no fuera por la miseria que esconden se diría que hasta son bonitas.

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