viernes, 24 de abril de 2009

Copacabana e Ipanema

Llegué a Río de Janeiro tras 12 horas de autobús desde Curitiba y me instalé en un albergue. Nuevamente la ciudad y el buen ambiente que encontré me atraparon, haciendo que una visita de unos 5 0 6 días acabara conviertiéndose en algo más de dos semanas.

Rio me fascinó simplemente con el trayecto desde la estación de autobús. Sus innumerables playas y los "morros" (montes) que salpican la ciudad producen un hermoso contraste. Además, la zona donde he estado viviendo, Copacabana, no está nada masificada por el turismo (probablemente porque la temporada de verano ya acabó) y conserva su identidad de barrio, nada que ver con el "Benidorm" que esperaba encontrarme. Es como si la gente no tuviera consciencia de estar viviendo en uno de los lugares más icónicos del planeta y siguen con su ritmo de vida habitual, sin prestar atención a los turistas/viajeros.

Durante estos días he alternado la playa con visitas a lugares que me interesaban y días de descanso en el albergue, debido en parte a que se han sucedido días de pleno sol con otros nublados e incluso fuertes lluvias y tormentas. Las playas están tranquilas la mayor parte del tiempo, excepto los fines de semana y los festivos (ha habido unos cuantos desde que llegué) en que se convierten en un auténtico hervidero.

Copacabana es una playa de ambiente más "familiar", con el Pan de Azúcar presidiendo al fondo. A sólo 20 minutos a pie se llega a Ipanema, mucho más animada y recomendable que la anterior. En ambas hay olas muy fuertes que convierten mis baños en pura diversión y cientos de vendedores que no paran de ofrecer comida y bebida. Es sorprendente también mirar la playa desde lejos y observar montones de pelotas de fútbol en el aire, de toda la cantidad de gente que está jugando en ese momento y que revelan la pasión por el fútbol que hay en este país y sobre todo en esta ciudad.

A modo de consejo...
- cuidado con algunos bancos como Bradesco, ya que he oído más de una historia de cajeros que se tragan la tarjeta o no entregan el dinero.
- probar el agua de coco y el açaí, una especie de mermelada energética.

- comer barato en alguno de los bar-restaurante de letreros amarillos que hay por todas partes. Por 7 reales (poco más de 2 euros) sirven un plato con carne, patatas y huevo y otro con arroz, fejão (judías) y ensalada.
- para sentir de verdad lo que es estar en una playa de Rio, instalarse en el "posto nove" (puesto nueve) de Ipanema. El atardecer es increíble.

Nunca es recomendable llevar la cámara a la playa. Elegí mal el día: aquí vemos Ipanema en una jornada nublada, con mucho viento y casi vacía.

Copacabana en un día de sol pero tranquilo, con el Pan de Azúcar al fondo a la derecha.

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